Hoy, 21 de mayo, es un nuevo aniversario del laboratorio farmacéutico universitario. Fue creado en el año 1964 en respuesta la necesidad social de facilitar el acceso a medicamentos complejos, misión que aún sostiene, y que trasciende estas cinco décadas .
«El 21 de mayo de 1964 el presidente Arturo Illia firmaba el decreto por el cual destinó parte de sus fondos reservados a la construcción de la primera planta fraccionadora de plasma del país. En el mismo documento estableció que esa planta pertenecería a la Universidad Nacional de Córdoba» indica la reseña publicada desde su sitio web.
De esta manera, respaldó el proyecto de un grupo de científicos universitarios que se propuso elaborar, de manera nacional, medicamentos muy complejos y costosos: los hemoderivados. Por ese entonces, sólo se podía acceder a este tipo de medicamentos a través de las importaciones.
Aquella primera planta fraccionadora de plasma se convirtió, con el paso de los años, en el complejo industrial farmacéutico que es hoy el Laboratorio de Hemoderivados “Presidente Arturo Illia”.
La diversificación de su producción respondió a las necesidades estratégicas que se fueron presentando en el sistema sanitario argentino. De esta manera, actualmente produce medicamentos hemoderivados, fármacos parenterales de pequeño volumen, y procesa tejidos óseos de aplicación terapéutica en odontología y traumatología.
«Hoy, como ayer, el Laboratorio de Hemoderivados continúa dando respuesta a los desafíos presentes y futuros, y garantizando el acceso a medicamentos esenciales».